Bebe el agua que brota de tu propia fuentey no busques saciarte en otra corriente que solo traerá tristeza a tu corazón. No codicies la plata ni la tierra ajena y no tientes al lobo cuando hay luna llena porque él no tendrá compasión de ti. Nunca culpes al cielo de tu situación ni pretendas ser otro en tu imaginación, sé más sabio y acepta el molde de tu condición. Y no entierres la mina que se te entregó, aprovecha los días que tu Dios te dio y celebra a cada amanecer del Sol. No edifiques tu casa sin antes pararte a pensar si en tu mano tienes suficiente para comenzar y llegar hasta el final; No provoques la lucha contra tu enemigo si no has calculado quién está contigo y cuantos vendrán a combatirte a ti; Nunca frunzas el ceño para perdonar y no tires la piedra en primer lugar, ni desvíes jamás la vista por decir la verdad; Prueba a ser más sencillo, mira alrededor, agradece la lluvia, planta alguna flor, y pellízcate al sentir la luz del sol. Y si llegas a tropezar en tu camino, no escondas la cara, aunque hayas caído, tendrás que aprender, para recomenzar; que es mejor ser honesto y empezar de cero, que urdir un atajo por llegar primero, y a Dios no podrás engañarle jamás; Y si buscas primero el Reino de los Cielos verás añadidos todos tus deseos, y aún en la noche oscura de tu corazón, brillarás como el oro puro de verdad, como el águila en vuelo te remontarás, volverás a ver brillar la luz del sol. (Marcos Vidal) |
martes, 12 de abril de 2011
Consejo
Publicado por
Yisus Montero
el
martes, abril 12, 2011
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